y la brisa que se busca en agosto
escondida entre los dientes.
Guardas en tu voz las ganas
que me ponen nerviosa por verte.
Todavía tiemblo en los segundos justo antes de verte.
Y me deshago si te encuentro por suerte.
La seda de tus manos rompe
cualquier tacto suave
Porque mi piel se eriza
al más mínimo roce tuyo.
Tienes la chispa en la mirada
que anuncia la hoguera
que se esconde detrás.
Eres el sol de octubre,
la contradicción constante
Y yo busco ser el equilibrio
De tu balanza imposible.
Tienes la llave maestra
Del cajón donde anidan
mis tormentos liberados