jueves, 1 de junio de 2017

Tu triunfo

Vas a triunfar, lo vas a conseguir.
Y no sé si será esta vez o si será mañana; todo depende de cuán alto quieras llegar.
Pero esté donde esté tu meta, la lograrás.
Porque todos los que te conocen lo saben: si no puedes tú, no puede nadie.
Vas a triunfar. Y no será con medallas, ni reconocimientos, ni diplomas, ni siquiera vendrá acompañado de un aumento de sueldo.
Tu triunfo es personal. Tu reto, el reto gordo, el de verdad, te está esperando a la vuelta de la esquina y os reconoceréis nada más veros, porque los dos os estáis esperando desde hace tiempo.
Tu triunfo vendrá marcado por la superación, por la constancia de luchar por ser mejor, por madrugar cada día como si no doliera, por mostrar que eres un buen compañero, por saberte imprescindible entre tus superiores y no caer nunca en el ego, por sorprenderte con cada felicitación (de las muchas que recibes) como si fuera la primera que te cae, por no acostumbrarte a ellas, por repasar de vez en cuando tus cicatrices para no olvidarte de qué te hizo daño y de cuándo lo hiciste tú, por no acomodarte nunca, por no dejar de soñar.
Hoy tienes un pequeño reto y te brillan los ojos como nunca. Estás inquieto, no duermes lo deseable, la incertidumbre te invade cada hora y, sin embargo, no he visto ni un ápice de miedo en ti en estos días. Estás ansioso porque llegue el momento y no por quitártelo de encima, sino porque disfrutas con la adrenalina que supone enfrentarte a algo y demostrar que puedes con ello. La presión pasa por tu lado con repelente, te afecta lo mismo que el sol a la noche.
Te lo mereces. Te mereces conseguir este reto y todos los que surgirán después y al final, llegará tu triunfo. El de mirar atrás y sentirte pleno y orgulloso por quien eres hoy.