jueves, 24 de agosto de 2017

Paradojas

No tienes los ojos más bonitos del mundo, pero no hay mundo más bonito que el que encuentro en tus ojos.
Ya no hago caso al olor de tus perfumes, porque solo me gusta el perfume de tu olor.
Me encanta cómo te queda la ropa que llevas, sobre todo cuando se queda en el suelo.
Y cuando mejor te entiendo, es cuando cierras la boca y hablan tus ojos y tus manos.
Tienes un cuerpo menudo y sin embargo, basta un intencionado roce de tu piel para hacerme sentir grande.
No me cuentes los deseos que pides, pero si se cumple al menos uno, has de saber que se habrá cumplido el mío.

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